A Gudiña, primera parada gallega de nuestro viaje, de pronto, se cierran las puertas del tren, y echa a andar, el tren se va adentrando en los montes gallegos, pasamos por las estaciones de Vilariño de Conso, Castrelo do val-Verín y Laza cerdedelo, antes de adentrarnos en la primera maravilla arquitectónica de este tramo, el famoso túnel de "O Corno".
El túnel 95 de la línea con 2,4km de longitud fue un quebradero de cabeza desde antes de su excavación llegándose a plantear desviar la línea y hacerla pasar por otro lado. El túnel llama la atención a primera vista ya que desde 2007 es el único que cuenta con dos bocas. Una medida que se utilizó para mejorar la estabilidad del terreno ya que las numerosas corrientes de aguas subterráneas así lo aconsejaban.
Entrada al túnel de "O Corno" lado Zamora. |
El tren avanza velozmente por tierras ourensanas atravesando bellos paisajes que hacen que el viaje se haga bastante corto y entretenido. Cuando nos queremos dar cuenta ya habíamos pasado por Vilar de Barrio, Baños De Molgas y Paderne-Cantoña, Ya en Taboadela, vemos un mercancías apartado con unos curiosos containers de la Sociedade Galega de Medio Ambiente (SOGAMA) en los que se almacenan los residuos sólidos de la capital ourensana. Allí nos cruzamos con otro automotor como el nuestro, otro Alvia en sentido inverso.
Nada más reanudar la marcha nos encontramos con la fábrica de "Coren", y ya en un abrir y cerrar de ojos atravesamos el barrio orensano de San Francisco y su estación aunque a velocidad moderada. Esta estación es la antesala al paso por uno de los mejores miradores ferroviarios de la provincia Ourensana. Desde los primeros metros del viaducto los viajeros podemos contemplar como las aguas del Miño bajan rápidas entre lo diferentes puentes que comunican ambas orillas del río. Desafortunadamente y aunque el tren lo cruza a una velocidad moderada, nos sabe a poco el tiempo que podemos contemplar la ciudad, pues se avecina la estación Ourensana de Empalme.
Alvia Galicia-Madrid a su paso por Ourense -San Francisco |
Aquí el tren apaga el motor diésel, y sube el pantógrafo eléctrico. Esto supone dejar atrás el Directo y adentrarnos en la línea de alta velocidad Ourense-Santiago de Compostela. Las puertas comienzan a pitar señal de que el tren tiene vía libre y que partimos hacia Santiago de Compostela. Esta línea por la que nuestro tren comienza a adentrarse es un adelanto de lo que será la futura conexión Galicia - Madrid. Entró en servicio el 10 de diciembre de 2011 y debido a las enormes dificultades orográficas y para tratar de reducir el impacto visual fue necesario construir un total de 38 viaductos y 31 túneles. El nuevo trazado permitió reducir la distancia existente entre Ourense y Santiago de Compostela en 38,9 km lo que permitió reducir los tiempos de viaje de todos los trenes y la entrada en funcionamiento del servicio Avant Ourense - A Coruña.
De los 38 viaductos que se integran en la línea por la que viajamos, destacan el viaducto sobre el río Ulla y el que cruza el valle de O Eixo. El primero se caracteriza por sus 168 metros de altitud y porque al igual que otros tramos se encuentra en paralelo con la antigua línea Zamora - A Coruña, en este caso, a su lado se encuentra el bello puente de "Ponte Ulla", al que el moderno puente por el que circulamos no consigue hacerle sombra. El segundo y que lleva el nombre del valle que cruza, es el más largo de la línea, pero el tren se ve forzado a minorar la marcha ante la proximidad de la tristemente conocida curva de " A Grandeira" en Angrois (Santiago de Compostela).
Una curva en la que el 24 de julio de 2013 fallecían 80 viajeros de un tren como el nuestro que viajaban para disfrutar de las fiestas de la capital de Galicia. Este accidente, uno de los más graves de la historia del ferrocarril en España aún se encuentra inmerso en el proceso judicial, por lo que por respeto a la justicia y en especial a las victimas y familias de los fallecidos no será tratado abordado por este blog hasta que no haya sentencia firme.
Volvamos con nuestro viaje, ya estamos a sólo 3 km de distancia de Santiago de Compostela y la garganta se nos hace un nudo al ver la cantidad de crespones negros, pancartas, peluches, velas y fotografías que recuerdan a los fallecidos en aquel trágico día. Aún con el mal gusto en el cuerpo llegamos a la ciudad del Apóstol Santiago que nos recibe con su bella marquesina blanca.
Alvia s/130 cruza el viaducto de "O Eixo" |
Una curva en la que el 24 de julio de 2013 fallecían 80 viajeros de un tren como el nuestro que viajaban para disfrutar de las fiestas de la capital de Galicia. Este accidente, uno de los más graves de la historia del ferrocarril en España aún se encuentra inmerso en el proceso judicial, por lo que por respeto a la justicia y en especial a las victimas y familias de los fallecidos no será tratado abordado por este blog hasta que no haya sentencia firme.
Volvamos con nuestro viaje, ya estamos a sólo 3 km de distancia de Santiago de Compostela y la garganta se nos hace un nudo al ver la cantidad de crespones negros, pancartas, peluches, velas y fotografías que recuerdan a los fallecidos en aquel trágico día. Aún con el mal gusto en el cuerpo llegamos a la ciudad del Apóstol Santiago que nos recibe con su bella marquesina blanca.
Alcia Madrid -Galicja bajo la marquesina de Santiago de Compostela |
Muchos viajeros abandonan el tren en esta estación, pero unos cuantos continúan su trayecto hacia A Coruña. Salimos de Santiago bordeando la circunvalación en la que los coches con sus ingenuos conductores parecen competir con un tren en una carrera que de antemano saben que van a perder. Poco queda de la antigua vía que comunicaba Santiago de Compostela con A Coruña, ya que desde el 10 de diciembre de 2011, este tramo está electrificado y en doble vía. Esta nueva infraestructura acorta a las distancias entre las dos ciudades si bien, en ocasiones el trayecto se acopla a las viejas vías. Estaciones como la de Ordes se encuentran incomunicadas y en su lugar se han levantado feas edificaciones que funcionan de apeaderos de viajeros de los trenes regionales que tienen parada en ellas.
Antes de entrar en la estación de Cerceda-Meirama, nuestro tren aminora la velocidad y cambia de vía. Nos pasan a vía banalizada y el tren vuelve a coger velocidad y llegando a la estación de Uxes, rebasamos al tren Intercity País Vaso- A Coruña que llevaba 15 minutos de retraso.
Entramos en la estación de A Coruña, final de nuestro bello por el que hemos alternado el "Directo" Zamora - A Coruña, la LAV Ourense - Santiago y el Eje Atlántico. Un viaje que en la actualidad acorta las distancias y que con la introducción de nuevos trazados de la línea Madrid - Galicia permite bajar los tiempos, aunque suponga avanzar cada vez más hacia la desaparición o la reducción de una línea que fue fundamental para que Galicia quedase conectada con España. Una apertura que supuso un gran importancia económica, social y cultural.
Antes de entrar en la estación de Cerceda-Meirama, nuestro tren aminora la velocidad y cambia de vía. Nos pasan a vía banalizada y el tren vuelve a coger velocidad y llegando a la estación de Uxes, rebasamos al tren Intercity País Vaso- A Coruña que llevaba 15 minutos de retraso.
Entramos en la estación de A Coruña, final de nuestro bello por el que hemos alternado el "Directo" Zamora - A Coruña, la LAV Ourense - Santiago y el Eje Atlántico. Un viaje que en la actualidad acorta las distancias y que con la introducción de nuevos trazados de la línea Madrid - Galicia permite bajar los tiempos, aunque suponga avanzar cada vez más hacia la desaparición o la reducción de una línea que fue fundamental para que Galicia quedase conectada con España. Una apertura que supuso un gran importancia económica, social y cultural.
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