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Perdiendo el norte.

Desde la integración-absorción de FEVE en RENFE la vía métrica sufre el abandono y desidia por parte la operadora estatal haciendo que estas líneas que vertebran casi toda la cornisa cantábrica sean cada día menos atractivas como medio de transporte pese a atravesar comarcas y ciudades que destacan por su población y por ser en verano destacadas e importantes poblaciones turísticas.
En Galicia las comarcas de Ferrolterra, Ortegal y A Mariña son atravesadas de punta a punta por el ferrocarril Ferrol-Xixón/Gijón con un trazado total de 315 kilómetros de los que aproximadamente 156 transcurren por territorio gallego entre Ferrol y el límite con Asturias en A Veiga/Vegadeo.
Se trata de una gran obra de ingeniería que no pudo ser completada totalmente hasta 1972 cuando se inauguró el último tramo entre Lluarca/Luarca y A Veiga/Vegadeo.
Los principales problemas de la red de vía estrecha gallega se puede resumir en tres : retrasos, horarios poco atractivos y ausencia de personal como la no presencia de interventores en los trenes.
Los retrasos, que en cualquier medio de transporte deberían ser algo puntual, en la vieja FEVE se han convertido en la norma. Se da por "estandarizado" el retraso de 10 o 15 minutos y a partir de ahí pueden aumentar hasta el infinito. Las contínuas averías de los trenes se convierten en una odisea al no disponer de suficientes automotores en servicio por lo que los transbordos en autobús (e incluso en taxi) se han convertido en algo habitual.

Cruce entre regionales en As Xubias. Fotografía de Alejandro Martínez

Con respecto a los horarios debemos destacar que hay servicios no ajustados a las necesidades de la población. En este interesante artículo de La Voz de Galicia estudiantes de bachillerato en Ferrol y residentes en municipios como Moeche o Cerdido denuncian que entre la salida de clases a las 14:20 horas y la del siguiente tren a las 15:30 horas pierden más de una hora de espera. ( Enlace a artículo de La Voz de Galicia )
Estos jóvenes residen en diferentes zonas rurales de la comarca de Ferrolterra. Por lo general sus padres les acercan en coche a la estación más cercana y una vez allí toman el tren con destino a la ciudad ferrolana. A la vuelta hacen el viaje en sentido inverso ya a primera hora de la tarde. Con estos horarios (y contando que no haya retrasos) llegan para comer a sus hogares a la hora de la merienda y  cansados tras la jornada académica con sus correspondientes madrugones.
Según afirma la plataforma "Pola Defensa do Ferrocarril Ferrol-Ribadeo" la vuelta a los horarios vigentes antes de 2014 cubriría las necesidades de la zona. 
De forma inexplicable se ha pasado en tres años  de unos buenos horarios a otros poco atractivos. Sólo un deseo de Renfe de deshacerse de la vía métrica parece dar una justificación a esta desidia, todo ello entre rumores de la cesión de la explotación de los servicios de vía estrecha a otras empresas.
Resulta difícil saber la cifra de viajeros que cada día usan los servicios entre Ferrol y Ribadeo pues se  han suprimido los interventores y en las estaciones no hay tornos de control. Es posible viajar por todo el norte de Galicia totalmente gratis (y si nos extendemos también hasta Xixón/Gijón) y al no haber control de billetes la cifra de usuarios contabilizada por Renfe siempre será inferior a la de los pasajeros reales.
El pasado mes de septiembre esta realidad de trenes sin revisores saltó a los medios de comunicación gallegos (y alguno nacional) cuando un vecino de Vitoria-Gasteiz pero con segunda residencia en Foz denunció que nadie le cobró billete en un viaje entre Marzán (Foz) y Ribadeo. Lejos de alegrarse de poder viajar por la cara, José María Lorza acudió a la Oficina de Información al Consumidor de Ribadeo a interponer la correspondiente reclamación ante Renfe. Esta loable acción pretende llamar la atención sobre el deterioro del servicio y reivindicar que el ferrocarril siga siendo un servicio público de calidad.
Para analizar y proponer soluciones y compromisos de mejora en la línea entre Ferrol y Ribadeo, el pasado 20 de octubre se celebró una reunión en la sede de la Xunta de Galicia  de Ferrol donde los resultados no pudieron ser más decepcionantes. No acudieron  ningún alcalde ni representantes de los municipios gobernados por el PP. Tampoco lo hizo la Conselleira de Infraestructuras Ethel Vázquez que delegó su presencia en el Director Xeral de Mobilidade. A la reunión acudieron técnicos de Renfe. El encuentro terminó con el único compromiso de crear una comisión de trabajo y no se han asumido por el momento compromisos concretos lo cual es una "profunda decepción" en palabras de la alcaldesa de Moeche.
A nivel estatal y a preguntas del grupo parlamentario de En Marea, Renfe respondió que invertirá 2,6 millones de euros en el viejo FEVE en actuaciones que incluyen traslado de personal a Ferrol desde otros puntos de Galicia y del resto de España, reparación de trenes y aprovisonamiento de repuestos entre otras medidas las cuales fueron comunicadas por Renfe a la Xunta en junio pero que a día de hoy desconocemos plazos y fechas.
Mientras seguimos con la incertidumbre de saber que sucederá con este ferrocarril y cuando se llevarán a cabo las inversiones prometidas algo se empieza a mover a nivel social en Ferrolterra, A Mariña y Ortegal. 

Regional Ferrol-Ribadeo por Lamas. Fotografía de Alejandro Martínez

Además de la preocupación a nivel oficial por parte de algunos alcaldes de la zona  hay que destacar la labor llevada a cabo por la plataforma "Pola Defensa do Ferrocarril Ferrol-Ribadeo" que a través de redes sociales y comunicados enviados a medios de comunicación entre otras acciones denuncia todos y cada uno de los cada vez más frecuentes incidencias en esta línea.
El pasado 5  de noviembre se unió en la defensa del tren el Ribadeo Fútbol Club equipo de Regional Preferente que disputaba ese domingo un derbi mariñano con el Viveiro C.F. Para apoyar al ferrocarril el equipo ribadense publicó un cartel animando a los aficionados a desplazarse a Viveiro en tren en el que se incluían los horarios de desplazamiento así como el precio especial del billete para las personas que viajaban en grupo numeroso.
Un grupo de aficionados respondió a esta iniciativa que une fútbol, ambiente festivo y reivindicación y defensa del ferrocarril los cuales a la finalización del partido tuvieron que soportar un retraso de 40 minutos esperando por el tren en el apeadero de Covas. 



A día de hoy la línea de la antigua FEVE está sin soluciones concretas ni compromisos más allá de buenas palabras de RENFE y del Ministerio de Fomento. Esperemos que las acciones y reivindicaciones tanto a nivel oficial por parte de municipios como por plataformas y particulares consigan la mejora y dignificación de un medio de transporte con un importante potencial en el norte de Galicia.

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