Nos encontramos en la estación de Zamora, en la comunidad de Castilla y León, quedan todavía 20 minutos para que llegue, procedente de Madrid-Chamartín,el tren que nos llevará a la ciudad gallega de Ourense, allí transbordaremos a un regional que nos llevará a Santiago De Compostela, una vez llegados a la capital gallega, cogeremos un tren de Media Distancia que nos llevará a nuestro destino Final, A Coruña, recorriendo así la línea férrea Zamora-A Coruña en su totalidad.... ¿Nos acompañáis?
Bueno, pues como ya he dicho estamos en la ciudad de Zamora, y nada más llegar a la estación nos sorprende el espectacular edificio de estilo neoplateresco, construido entre los años 1927 y 1958, en su interior encontramos tres andenes y cinco vías, dos de ancho ibérico y las otras tres de ancho internacional.
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TRD reformado en Zmora |
Pasamos el control de acceso y nos dirigimos a la vía 4, que es en la que los teleindicadores anuncian la llegada de nuestro tren. En ese gélido andén, tendremos que aguardar el tiempo de espera, rodeados de gente que apura su último pitillo y que aguarda con una mezcla de ansiedad y nerviosimo la llegada del tren.
Desde un extremo del andén vemos llegar alegremente a nuestro tren, y no, no es una 333 "rambo" a cargo de unos cuantos coches de la serie 9000, si no que se trata de un moderno tren híbrido de la serie 730. Una vez estacionado, el maquinista se dispone a pasar el tren a tracción diésel, y a pedir autorización para cambiar de ancho en el cambiador.
Miramos el billete, y nos subimos al coche numero 5, nada mas entrar giramos a la izquierda y nos encontramos con una estantería donde dejaremos la maleta. Una vez acomodados en el asiento 3A obviamente con ventana, esperamos a que desde el puesto de mando den la salida al tren. Afortunadamente, el asiento contiguo va vacío por lo que podemos viajar un poco más holgados y reposar nuestro chaquetón y bufanda en él, pues aunque estemos en otoño, el frío comienza a apretar. El tren dispone de calefacción lo que sin duda nos incrementará la placided del viaje.
Y por fin salimos de Zamora, todavía en ancho internacional, pero no por mucho tiempo, ya que a apenas 90 metros de la estación se encuentra la "caseta" del cambiador de ancho de vía. Muy despacio, a apenas 10 km/h el tren hace uso del mismo, hasta que un operario de ADIF, le dice por radio al maquinista "Paso correcto por el cambiador, buen viaje!" y el tren ya puede acelerar hasta el limite de la velocidad permitida.
Nada más abandonar el cambiador, nos encontraremos con algo que nos será familiar en lo que nos resta de viaje, el primero de los 106 túneles que nos encontraremos hasta llegar a Ourense. Una vez salido de este, la vía nos pone rumbo hacia el noroeste, pasando a cierta velocidad por las estaciones de La Hiniesta y Andavias, hasta llegar al que posiblemente sea el elemento más reconocido de toda la línea, el gran viaducto que libra el embalse del río Esla. Efectivamente, a esta gran obra de ingeniería se le conoce como "El viaducto Martín Gíl" en honor a su ingeniero, Francisco Martín Gíl. Dicho puente fue construido entre los años 1930 y 1940, y como el resto de la infraestructura de esta línea, esta diseñado para vía doble. Además fué el mayor viaducto del mundo de arco hormigonado.
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Nuestro tren "cazado" por Sergio Montes cruzando el viaducto Martin Gil, salvando el Esla. |
Tras cruzar el magnifico viaducto, nuestro "Alvia" cruza con otro 730 en la estación de Carbajales De Alba, una de las estaciones colaterales al puente...
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Alvia S-730 esperando el cruce. |
Pasamos velozmente por Losaico, Abejera, Sarracín, La Torre y San Pedro, hasta que nos encontramos con otro punto punto importante de la linea, la estación de Linarejos-Pedroso, Tristemente importante, ya que en ella, en el año 2004 colisionaron frontalmente dos trenes Talgo que cubrían sus respectivas rutas entre Madrid y Galicia (y viceversa). Ambos maquinistas pudieron abandonar a tiempo las máquinas, lo que sin duda les evitó consecuencias mayores, mientras que entre el pasaje, se produjeron 23 heridos de los cuales siete fueron graves aunque con el paso de los días, todos evolucionaron favorablemente y no hubo que lamentar fallecido alguno.
Nuestro tren continua, dejamos atrás Robledo, y tras 106 kilómetros recorriendo los espectaculares paisajes Zamoranos que endulzan aún más el viaje, el "Alvia" efectúa la primera parada de nuestro viaje en la estación de Puebla de Sanabria. A partir de aquí ya queda muy, muy poquito para adentrarnos en tierras gallegas.
¡Muy interesante este blog! Mis felicitaciones por el mismo.
ResponderEliminarSólo mencionar un pequeño error en el pie de la fotografía de la estación de Puebla de Sanabria: la locomotora que aparece con el expreso es de la serie 333.0, no de la 333.3.
Saludos.
En primer lugar, Álvaro, muchas gracias tanto por tu comentario como por tus felicitaciones. Disculpa que nos retrasasemos tanto al contestarte tu comentario.
EliminarEfectivamente tienes razón, se trata de una 333.0, en breves corregiremos el error.
Un saludo